domingo, 27 de septiembre de 2009

Hoy Toca Ser Feliz. Comienzo del nuevo curso.

Hace algún tiempo, una persona cuya forma de pensar influyó mucho en quien soy hoy me enseñó que la vida hay que disfrutarla al máximo y que cada momento es importante si lo vivimos con ilusión, felicidad y amor. Y que, por muchos golpes que nos dé, viviendo felices los superaremos más fácilmente. Nadie dijo que esto fuera un camino de rosas, pero según nuestra actitud ante la vida, podemos hacer que se le parezca mucho o que no se le parezca nada.
La persona que me enseñó esto, lo hizo con una canción y así lo voy a hacer yo hoy:



HOY TOCA SER FELIZ (MAGO DE OZ)

Cuando un sueño se te muera
o entre en coma una ilusión,
no lo entierres ni lo llores, resucítalo.
Y jamás des por perdida la partida, cree en ti.
y aunque duelan, las heridas curarán.
Hoy el día ha venido a buscarte
y la vida huele a besos de jazmín,
la mañana está recién bañada,
el Sol la ha traído a invitarte a vivir.
Y verás que tú puedes volar,
y que todo lo consigues.
Y verás que no existe el dolor,
hoy te toca ser feliz.
Si las lágrimas te nublan
la vista y el corazón,
haz un trasvase de agua
al miedo, escúpelo.
Y si crees que en el olvido
se anestesia un mal de amor,
no hay peor remedio que la soledad.
Deja entrar en tu alma una brisa
que avente las dudas y alivie tu mal.
Que la pena se muera de risa,
cuando un sueño se muere es porque se ha hecho real.
Y verás que tú puedes volar
y que todo lo consigues.
Y verás que no existe el dolor,
hoy te toca ser feliz.
Las estrellas en el cielo
son solo migas de pan
que nos dejan nuestros sueños
para encontrar el camino,
y no perdernos hacia la Tierra de Oz,
donde habita la ilusión.
Y verás que tú puedes volar,
y que tu cuerpo es el viento,
porque hoy tú vas a sonreír,
hoy te toca ser feliz.


También, coincidiendo con el inicio del curso académico, voy a intentar empezar una nueva etapa en el blog, muy parecida a la anterior, pero quiero enfatizar aun más el título del blog y todo lo que significa. ESTA LA PUERTA ABIERTA y BIENVENIDO A TU CASA, quieren representar primero, que para mí el trozo de camino que recorremos cada día tiene su recompensa en una casa donde nos esperan con los brazos abiertos, yo creo que esa casa está en Dios, que como un padre afectivo y cariñoso nos acoge sea cual sea el momento en que decidimos entrar en su casa. Por otro lado, creo que al final de la vida esa gran casa a la que pertenecemos y que nos acoge todos los días sigue ahí, para que nos quedemos en ella para siempre, si queremos…

Bueno, como habéis visto, quiero acrecentar el carácter cristiano del blog, pero eso no quiere decir que la línea reflexiva que he llevado hasta ahora se rompa, simplemente intentaré hacer mas referencias a ese tema. Este es un blog cristiano, pero eso no quiere decir que otras personas no puedan leerlo o no les guste su contenido. Va a seguir siendo un sitio abierto a la reflexión, que denuncie los problemas de nuestro mundo, que engrandezca a personas importantes…

Por último quiero agradecer a la gente que se pasa por el blog de vez en cuando, ya mismo hacemos un año y aunque yo seguiría escribiendo si nadie lo leyera porque es una tarea que me ayuda y que me gusta; la verdad, es de agradecer que alguien se pase por él de vez en cuando. MUCHAS GRACIAS.

martes, 8 de septiembre de 2009

Los clavos

Esta es la historia de un muchachito que tenía muy mal carácter. Su padre le dio una bolsa de clavos y le dijo que cada vez que perdiera la paciencia, debería clavar un clavo detrás de la puerta. El primer día, el muchacho clavó 37 clavos detrás de la puerta. Las semanas que siguieron, a medida que él aprendía a controlar su genio, clavaba cada vez menos.

Descubrió que era más fácil controlar su genio que clavar clavos.

Llegó el día en que pudo controlar su carácter durante todo el día.

Después de informar a su padre, éste le sugirió que retirara un clavo cada día que lograra controlar su carácter. Los días pasaron y el joven pudo finalmente anunciar a su padre que no quedaban más clavos para retirar de la puerta. Su padre lo tomó de la mano y lo llevó hasta la puerta. Le dijo: has trabajado duro, hijo mío, pero mira todos esos hoyos en la puerta. Nunca más será la misma. Cada vez que tu pierdes la paciencia, dejas cicatrices exactamente como las que aquí ves. Tú puedes insultar a alguien y retirar lo dicho, pero del modo como se lo digas lo devastará, y la cicatriz perdurará para siempre. Una ofensa verbal es tan dañina como una ofensa física.