sábado, 19 de febrero de 2011

Libertad (Manuel Azaña)

Bueno, pues hoy, después de un tiempo sin escribir nada, vuelvo a la carga, he acabado mis exámenes y ahora ya me puedo dedicar a otras cosas. Y voy a empezar con una frase de Manuel Azaña sobre la libertad. Este político español, presidente de la II República dijo:

La libertad no hace felices a los hombres, los hace sencillamente hombres.

Y sinceramente creo que no se puede expresar mejor el significado mismo de la libertad. Ser libre no es poder hacer todo lo que te venga en gana, no es una anarquía sin reglas, es simplemente ser persona. Nadie es nada sin libertad.
Creo que no había mejor manera de comenzar de nuevo en el blog que con esta frase que no necesita explicaciones, simplemente es así, y ella misma lo dice todo.

sábado, 5 de febrero de 2011

Dualidad: ser biológico, ser humano.

Este texto es de Eduard Punset y es un fragmento de "El viaje a la felicidad". Hoy me gustaría compartirlo porque me hace pensar sobre dos cosas, por una parte expresa el hecho de que ahora, en nuestra sociedad, nos podemos permitir el lujo de ser felices, cosa que antes la gente no se podía permitir. Por otro lado, acude a la eterna lucha entre religión y ciencia para diferenciar la imposible búsqueda de felicidad de antes, solo accesible a través de Dios, y por tanto, no en vida; en contraposición a la felicidad que se obtiene de las respuestas
que la ciencia nos ofrece, de la visión de futuro que tenemos a raíz de la cultura y del saber, de posibilidades que nos regala la sociedad en la que vivimos y de libertad.

"Hace un poco más de un siglo la esperanza de vida seguía siendo de treinta años: lo justo para aprender a sobrevivir, si se contaba con la suerte, y culminar el propósito evolutivo de reproducirse. No había futuro ni, por lo tanto, la posibilidad de plantearse un objetivo tan insospechado como el de ser felices. Esta era una cuestión que se aparcaba para después de la muerte y dependía de los dioses. La revolución científica ha desatado el cambio más importante de toda la Historia de la evolución: la prolongación de la esperanza de vida que ha generado más de cuarenta años redundantes –en términos evolutivos-...Por primera vez la humanidad tiene futuro y se plantea, lógicamente, cómo ser feliz aquí y ahora. La gente se ha sumergido en esas aguas desconocidas, prácticamente, sin la ayuda de nadie. Ahora la comunidad científica intenta, por primera vez, iluminar el camino."

Pero mi aportación no acaba aquí, sino que además la mejoro con este fantástico cuadro de Picasso, lienzo que se llamó "Ciencia y Caridad" y que viene en parte a contraponerse al texto de Punset y en parte a apoyarlo; porque, ¿qué es sino un perfecto equilibrio entre ciencia y religión el que hace que nuestra sociedad avance?, bien es cierto que la ciencia es la parte fundamental en toda persona, que ante todo es un ser biológico, regido por las leyes de la física, compuesto por elementos químicos organizados hasta el extremo de constituir la vida; pero también es cierta la importancia que tiene la parte espiritual, humana o religiosa en cada uno de nosotros. ¿Qué es lo uno sin lo otro?, ciencia sin humanidad es ser un completo animal, humanidad sin ciencia no existe, es estar muerto.
Esto es lo que Picasso expresaba en su cuadro, la dualidad en una misma persona, la mujer, que está enferma y necesita de la ciencia, el médico; pero en su vida también existe esa parte que la hace ser persona, la humanidad, la religión, la familia, las relaciones sociales...
Por otro lado del cuadro se desprende también la idea de humanización de la ciencia, de la medicina. El médico, ante todo es también una persona, pero es alguien que servirá de ayuda cuando cure una enfermedad y alguien que sirva de consuelo ante ella o ante la propia muerte, por eso el médico debe ser tan buen científico como buen humano, entendiendo por ello ser persona, ser cercano, ser fiel, ser sincero... un sinfín de valores humanos e incluso religiosos, que deben formar parte de cualquier persona, pero mucho más de un médico.



Una vez me dijeron que el buen médico era aquel que se preocupaba por los demás, aquel que se acercaba a las realidades más duras con los brazos abiertos y dispuesto a aportar todo su ser, y por supuesto aquel que curaba las enfermedades como el mejor y aquel dispuesto a pasarse toda la vida estudiando y leyendo artículos y revisiones sobre nuevos tratamientos, nuevas enfermedades... si, pero además de todo eso, que el buen médico era aquel que ante todo tenía corazón y era capaz de sentir, aquel que se preocupaba por el arte, la literatura y la música, aquel dispuesto a perder el tiempo leyendo un libro de poesía y sabía que eso era importante para cultivarse por dentro, para ser mejor, aquel a quién un texto filosófico lo mantenía ocupado durante horas leyendo y reflexionando, y siempre sabiendo que todo aquello le ayudaría a ser mejor persona, a acercarse más a los demás, a comprender sus situaciones... Me dijeron que un buen médico se mide por la fortaleza de su alma, de su parte espiritual, humana o reflexiva; y como le tengo un especial cariño a quien me lo dijo, intento, día a día formarme como científico y como persona, para que, algún día pueda llegar a ser un buen médico. Gracias.