miércoles, 7 de noviembre de 2012

De nuevo, el brillo de tus ojos...

Y no se porque... lo mejor es que realmente no se nada... absolutamente nada. Ese que era contigo, ya no se quien es, ya no soy yo. No se porqué hice lo que hice, porque sentía lo que sentía... Pero la verdad es que no me he sentido mejor nunca. No se porque hiciste hiciste lo que hiciste. Y no se porque tomaste esa decisión. No me lo creo, simplemente no me lo creo... Tus ojos no decían eso, tus ojos no dicen eso.
Pero seguramente vuelva a equivocarme, quizas el brillo que veía en tus ojos solo era el reflejo del que había en los mios, pero no me lo creo.
Son tantos los momentos que si te paras a pensarlo no se como dio tiempo a todo. No se como dio tiempo a tanto. Quizás porque estaba buscando esto desde hacia mucho tiempo, quizás porque cada centimetro de mi cuerpo sabía que eras tu.
Y si, podré ser muy racional, pero hay un aspecto de mi vida en el que nunca dejaría entrar a la razón: tu. De hecho, nunca deje entrar a la razón. He aprendido muchas cosas, y he cambiado muchas otras; pero sin duda mi fe ciega en la razón ha desaparecido para siempre.

Y cada vez que lo pienso, muchas imágenes vienen a mi cabeza, pero es curioso que al final siempre queda una... el brillo de tus ojos.
Y otra vez el brillo de tus ojos...

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