jueves, 20 de marzo de 2014

Déjame darte la mano
deja acompañar tus gritos 
por gritos míos encerrados
en un pozo gris sin fondo 
del que yo solo no salgo.

Tus lágrimas deja que seque
con mi pañuelo mojado
y que nuestros gritos sordos 
se fundan en uno solo
cuando juntemos los labios.

Es como lluvia en el campo 
agua que del cielo, limpia,
cae al suelo y hace barro.
Juntas el agua y la tierra
y se fortalecen las dos...

Hazte fuerte y hazme fuerte
llorando sobre mi hombro
y deja que te acompañe
mientras cruzas ese abismo
y al final no estarás solo.

Este grito es de esperanza,
de no encontrarnos tan solos
cuando podemos juntarnos
y hacerlo todo tan fácil
que pareciese perfecto.

Grito que de fuerte calla
hasta el más fuerte tornado.
El premio puede ser grande
pero aún estar tan lejos
y hasta ser inalcanzable.

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